¿Por qué contratar una consultoría para ayudarme con mi negocio?

5 RAZONES PARA CONTRATAR UNA CONSULTORÍA PARA NEGOCIOS PARA TU PYME

Lo sabemos. Tener un negocio propio lleva su lote de desafíos y, sobre todo, de gastos. Entonces, ¿por qué debería contratar a una persona externa para que me ayude con mi negocio?

Digámoslo así:

Cuando nos duele una muela, vamos al dentista. Tenemos un alicate, pero de instinto sabemos que no es por ahí.

Cuando queremos un pastel de bodas, vamos a la pastelería. Porque sí, podemos hacer bollitos en casa, pero ocupamos algo más grande, elegante, y que sepa a algo muy preciso en una fecha precisa.

Entonces, ¿por qué no ir con un experto cuando necesitamos ayuda para mejorar nuestra PYME o nuestro negocio familiar?

A continuación, te dejamos 5 razones para contratar una consultoría para optimizar tu negocio:

1. Nadie es experto en todo

Imaginemos un equipo de fútbol. Tenemos distintas posiciones para los jugadores: delanteros, defensas, porteros, mediocampistas, etc. Cada quién tiene su función, su talento, sus habilidades, pero también sus defectos y debilidades. El portero rara vez será el jugador que corre mayores distancias, por ejemplo. Sin embargo, puede que sea el que brinque más alto.

Ahora, imaginemos una pastelería en donde solo hay pasteleros. Así sean los mejores del mundo. ¿Qué pasa con las compras de ingredientes? ¿Las están adquiriendo al mejor precio? Luego, ¿se están vendiendo los pasteles y a un precio justo? ¿Llegan clientes? ¿Los están tratando bien para que vuelvan a comprar?

No importa cuál sea el rubro en el que trabajes. Tampoco importa si tienes un equipo de varios empleados o si trabajas solo. Tarde o temprano, te das cuenta que no puedes ser un especialista en cada una de las funciones de la empresa, y eso es completamente normal.

Una asesoría para PYME puede darte el apoyo que necesitas para identificar y mejorar eso que en tu empresa pueda estar fallando y que muy probablemente con ayuda profesional se puede mejorar para que tu empresa funcione al 100.

2. Innovación

Primero, ¿qué es innovar?

Innovar consiste en cambiar o mejorar las cosas, aportando novedades. También puede ser implantar algo totalmente nuevo. Nuevas ideas, productos, conceptos, servicios, nuevas maneras de trabajar en equipo, etc.

Imaginemos otro caso.

Es la hora de la cena, tienes hambre, no quieres cocinar y decides pedir comida a domicilio. Quieres pedir la pizza tan deliciosa que te recomendaron tus amigos, pero la única manera de pedir es llamando por teléfono. Llamas a la pizzería, marcas y marcas, y nadie contesta.

¿Qué haces? ¿Sigues llamando otra media hora, o buscas una alternativa?

Apuesto a que agarras tu celular, entras a la aplicación de tu preferencia, y en dos clics ya hiciste tu pedido.

El pasar del restaurante donde solo podías comer en el lugar, al pedido a domicilio por teléfono, hasta llegar al servicio a domicilio por medio de una app, ha sido una innovación en la manera de hacer transacciones entre clientes y restaurantes, pero también de cómo estos se relacionan entre sí.

En otras palabras, la innovación siempre ha sido parte de nuestras vidas y es lo que nos ha hecho avanzar como sociedad.

Te invito a pensar en cómo hacías ciertas cosas antes (como estudiar, trabajar, transportarte…) y cómo lo haces ahora, y ¡estoy segura de que verás cómo las cosas han cambiado y cómo te has acostumbrado a ello!

Ahora, es posible que como emprendedor a cargo de tu negocio y de todas las operaciones diarias, no te dé el tiempo de pensar en ideas innovadoras de cómo mejorar X aspecto de tu negocio. Para esto, está la asesoría para negocio. Su trabajo es precisamente entender tu problema, analizar qué se está haciendo en otros negocios y qué se puede hacer en el tuyo, para entonces buscar juntos las mejores soluciones que se adapten a tu situación.

3. Ganar tiempo y dinero

Algunos lo llaman rendirse, pero yo lo veo como un beneficio para todos.

No tenemos tiempo todos los días para averiguar cómo llevar un negocio, y puede ser muy costoso en términos de dinero, tiempo y recursos. Es aún más difícil si diriges un negocio que no es tu principal fuente de ingresos (por ejemplo, la mayoría de la gente).

Ya he pasado por eso: estás demasiado ocupado con el trabajo y la familia como para intentar investigar hasta altas horas de la noche cómo hacer que tu negocio sea rentable, lo cual no parece razonable. Ni lo es.

El tiempo y el dinero son los dos mayores retos a la hora de poner en marcha un negocio. Ambos, son recursos que se agotan.

Sin tiempo y sin dinero para comprar insumos y pagar sueldos, cumpliendo los plazos adecuados, es imposible que un negocio prospere o incluso, que sobreviva.

Y entonces ocurre que tu contable/banquero/colega te presenta a una consultoría que te ayuda a solucionar problemas en cuestión de días sin arruinarte.

¿Dejas pasar la oportunidad, o te arriesgas a fracasar?

4. Identificar problemas que no habías notado

A veces se necesita la ayuda de un profesional para alcanzar sus objetivos. Los negocios no son tan simples como mandar WhatsApps y agendar reuniones.

Es posible que necesites buscar conocimientos y orientación externos, y para eso están los consultores de negocios. La función de un consultor empresarial es ayudar a las empresas a resolver sus problemas internos y externos.

A veces, tienes problemas en tu negocio y no sabes qué hacer. Sabes que algo tiene que cambiar, pero no consigues saber qué es. 

Por medio de su asesoría, el consultor logra “sacar una foto” de la situación de la empresa y todos sus procesos, incluso aquellos que a veces parecen obvios y que ya haces porque “siempre lo he hecho así”. 

Es normal no ver todos los detalles de lo que está pasando, cuando estás metido de lleno en pasar a través las operaciones diarias y contentar a tus clientes.

Piénsalo así: el consultor es como un asistente personal, pero para tu negocio. ¡Y en algunas semanas, puede ayudarte a solucionar un problema que te puede entorpecer por años!

5. Neutralidad y objetividad

Adiós, sentimientos. Hola, lógica.

¿Te has puesto a pensar, por qué haces algo de tal o cuál manera?

“Así lo hemos hecho siempre y así lo seguiremos haciendo”. Por haber trabajado con jefes bastantes mayores que yo (y también, poco innovadores), me ha pasado muchas veces que me contesten eso, cuando he preguntado por qué no mejorar (o digitalizar) algún proceso o servicio.

Los consultores de negocios son neutrales y objetivos en su trabajo. No se dejan engañar por la sensación de que “siempre lo hemos hecho así” o por tradiciones a las cuales uno se aferra y que pueden convertirse en obstáculos.

Y si un negocio no crece y evoluciona, muere.

En conclusión

Al fin y al cabo, si quieres hacer crecer tu negocio y alcanzar tus objetivos, tienes que asegurarte de que estás utilizando su tiempo y su dinero de la mejor manera posible. Aquí es donde la contratación de una consultoría puede ayudar.

La contratación de un punto de vista externo te proporcionará una visión en la que quizás no hayas pensado antes.

Siempre hay que tener en cuenta que ninguno de nosotros es un experto en todo. Cuando se trata de una consultoría, se tiene la oportunidad de beneficiarse de las experiencias y conocimientos de otros.

En Human Consulting creamos estrategias, metodologías y prácticas de impacto, 100% centrados a la ejecución, rápida y asertiva, sumando a la cultura de gestión de nuestros clientes.

Nuestro equipo está listo para acompañarte a llevar a tu compañía a ser más ágil y efectiva.



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