Qué es el salario emocional y cuáles son los 10 factores que lo definen

Hay elementos que suman o restan a tu satisfacción laboral y que forman parte de tu “salario emocional”. Todas las retribuciones no económicas que obtienes por realizar tu trabajo son una parte importante de ese concepto, que comenzó a estudiarse hace unos 10 años, aunque apenas ahora está empezando a tenerse en cuenta.

Analizar tu salario emocional puede ayudarte a valorar hasta qué punto te satisface realmente tu trabajo y qué elementos debes observar y, si es posible, modificar para encontrar el equilibrio.

Invertimos un tercio de nuestras vidas en el trabajo y no podemos pensar en ello solo en términos económicos. Sí, trabajas por dinero, pero si quitas la parte económica, ¿con qué te quedas? ¿por qué trabajas?

Algunas empresas lo usan su favor para atraer talento o conseguir la lealtad de sus empleados. Y es que no hay nada más improductivo que un empleado infeliz.

Pero ¡ojo!: un salario emocional alto nunca puede compensar un salario económico bajo.

Algunos ejemplos de salario emocional, según explica la IMF Business School, una escuela de negocios española ubicada en Madrid, son el horario flexible, los días libres, la guardería, los beneficios sociales, las actividades de voluntariado o los espacios de distracción en la empresa.

También hacen parte del salario emocional cosas como el reconocimiento, la capacitación y los planes de formación.

Los 10 factores que sirven para medir el salario emocional

1. Autonomía: Es la libertad que uno siente de poder gestionar sus propios proyectos.

2. Pertenencia: El hecho de pertenecer a un grupo que te valora y te reconoce.

3. Creatividad: Mucha gente cree que la creatividad es algo únicamente de artistas, pero hasta la gente con trabajos que se consideran más ‘serios’ pueden poner su sello creativo en el trabajo.

4. Dirección: La proyección de carrera en el futuro, la perspectiva a mediano y largo plazo en tu carrera.

5. Disfrute: Es la parte de disfrutar, de gozar, de tener momentos agradables en el trabajo.

6. Maestría: La satisfacción que sientes con el trabajo bien hecho que te llena de orgullo. También es lo que hace que cada día con tu trabajo te vuelvas un poquito mejor.

7. Inspiración: Aquellos momentos que tú tienes gracias a tu trabajo, que te generan un sentimiento de posibilidad, que te inspiran una nueva perspectiva sobre las cosas que tal vez antes no habías visto.

8. Crecimiento personal: Gracias a tu trabajo te enfrentas a posibilidades que te ayudan a utilizar tus fortalezas de carácter que te hacen ser mejor persona, a sacar lo mejor de ti mismo.

9. Crecimiento profesional: Son aquellos momentos que te ayudan a ejercitar tus habilidades, tus talentos para ser mejor profesional.

10. Sentimiento de propósito: Que tengas la sensación de que tu trabajo contribuye a tus propios propósitos y a los de la organización, que tenga para ti un significado.

Fuente: Global CFF



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