Realiza un plan de desarrollo individual efectivo con estos consejos

Después de aportar grandes ideas en su trabajo, ser una ficha clave en los proyectos y pasar a liderar, Diana, una administradora de empresas, se aburrió. Sintió que su esfuerzo no era valorado, y lo que buscaba, que era crecimiento profesional, nunca lo obtuvo.

En la organización en la que estaba, nunca consideraron ofrecerle ascensos o un plan de carrera que la capacite y potencie sus conocimientos y habilidades. ¿Cómo se soluciona una situación así? con el plan de desarrollo individual.

El plan de desarrollo individual es la herramienta que le da vida y movimiento a tu capital humano. Con este pones el ritmo para alcanzar objetivos, sacar el máximo potencial del personal y aumentar la retención de talento.

En términos prácticos, el plan de desarrollo individual es una guía sobre las acciones y el tiempo en el que se debe alcanzar las metas que se ha propuesto el colaborador.

Para recursos humanos, se convierte en un aliado estratégico que refleja el crecimiento y desarrollo de ese capital en la compañía y su posible ascenso en otros cargos.

Ahora, ¿cómo se hace un plan de desarrollo individual? Te contamos los pasos para realizarlo de forma eficiente:

¿El colaborador y la empresa están en el mismo lugar?

Lo primero es identificar, observar y analizar cómo está la empresa y cómo está el colaborador. Ten claro cuál es el estado deseado de ambos y hacia dónde está la meta por la que deben trabajar. Lo importante es que caminen hacia la misma dirección.

Evaluemos la situación

Llegó el momento de hacer un informe del colaborador. Incluye sus puntos fuertes, los aspectos que debe mejorar, su perfil profesional y los conocimientos que aplica, la experiencia, habilidades blandas, competencias técnicas y temas personales que puedas identificar.

Vamos a plantear una estrategia

El plan de desarrollo individual debe verse en acción a diario, por eso, encuentra las tareas del día a día que le ayuden a fomentar esos aspectos en los que debe desarrollarse y crecer. 

La idea no es abrumar al colaborador con cientos de acciones nuevas para cumplir con el plan de desarrollo individual. Es encontrar la manera en que se puedan ir incluyendo y cumplan su propósito de ayudar al crecimiento de la persona.

Por ejemplo, si necesita ayuda para desarrollar sus habilidades blandas, puedes buscar acciones sencillas del día a día, para ponerlas en práctica.

Dentro de esta estrategia es importante que incluyas la capacitación. Busca los cursos y adecua un plan de formación de acuerdo a las necesidades y los objetivos que plantee en el plan de desarrollo individual.

Por ejemplo, el e-learning es una de las mejores opciones,The Research Institute of America afirmó que el e-learning aumenta las tasas de retención del conocimiento en hasta un 60%. 

Tenemos que saber si está funcionando o no

Ahora, el plan de desarrollo individual al que más le conviene es al colaborador, y la tarea de hacerle seguimiento es de él, sin embargo, la recomendación es contar con un mentor que esté pendiente de que no haya desvíos en el camino y mantenga el enfoque en la meta.

La periodicidad del seguimiento es algo que pueden decidir entre las personas involucradas en la elaboración del plan, lo importante es tener en cuenta el desempeño que ha mostrado la persona.

Cómo plasmar el plan de desarrollo individual en el papel

Establece los objetivos:

Debes tener en cuenta las metas de la empresa como organización y los objetivos que tiene tu colaborador de forma personal.

Identifica el estado actual de la persona:

Es necesario saber cómo está realmente, y para eso, lo más eficiente es una evaluación hecha por un profesional de recursos humanos, que de resultados reales que ayuden a una realización eficiente del plan.

Puntos fuertes y puntos débiles:

No solo se trata de lo que el individuo ha logrado, sino de hacia dónde puede llegar, qué puede alcanzar con el plan de desarrollo individual en práctica.

Muchas veces los encargados se enfocan en los aspectos débiles, qué debe mejorar, pero es clave tener en cuenta los puntos fuertes para potencializarlos aún más.

De igual manera, todo esto es posible con la disposición del colaborador, está atento a sus reacciones y a sus respuestas.

El plan de desarrollo individual es el mapa que te dice cómo está, dónde está y hacia dónde debe llegar, estos fueron algunos pasos, lo importante es que lo adecues a las necesidades y a la cultura de tu organización.

Fuente: Ubits



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