¿Cómo afrontar el miedo al cambio laboral?

Cambiar de trabajo puede suponer una oportunidad de mejora, pero también nuevos retos y amenazas tanto a nivel profesional, como personal. Guillermo Winter, Presidente de Head Hunters Perú, sugiere evaluar pros y contras antes de tomar una decisión.

“Nunca negociemos con miedo, pero jamás temamos negociar”. John Fitzgerald Kennedy.

El miedo al cambio es una sensación natural que, en ocasiones, se presenta en ejecutivos que son contactados para plantearles una mejora laboral. Después de las entrevistas y pruebas realizadas, todo parece marchar bien hasta que surge el “vértigo laboral”, cuando los candidatos empiezan a preguntarse ¿y si no sale como pienso, y si no me adapto a esta nueva compañía y si….? Digamos que lo anterior puede estar asociado a la edad, la experiencia y la seguridad en sí mismo. Por ejemplo, puede ser el caso de un profesional experimentado y mayor que no se permitirá tomar decisiones equivocadas y, además, tendrá en cuenta a la familia para definir la situación. Por otro lado, el del profesional más joven, más arriesgado y con menos temores, o bién, por el contrario, el que pordría abrumarse con pensamientos de incapacidad para asumir el nuevo reto.

Asimismo, puede surgir la resistencia al cambio, que está presente en profesionales que suelen conformarse con lo que tienen debido a trampas psicológicas como: la esperanza de que se solucionen los problemas en su actual trabajo y la falsa lealtad, cuando llevan muchos años en una misma empresa y llegan a sentir una fidelidad excesiva que les hace soportar situaciones intolerables, lo que también se denomina “Comodidad Incómoda”.

Este miedo también puede interpretarse en la prudencia para decidirse y analizar con calma todos los factores. Sin embargo, al participar en un proceso de selección, se debe estar dispuesto a correr con los riesgos que supone el cambio. Es un hecho el que existan factores que puedan hacer fracasar el proyecto, pero es en ese campo donde los directivos deben moverse, asumiendo riesgos y tomando decisiones.

Frente a esto, tenga en cuenta las circunstancias personales y profesionales, que priorizadas serán determinantes. Evalúe el Proyecto, si le apasiona verdaderamente y permitirá aprendizaje; la Posición, si mayores responsabilidades y competencias ampliaran el currículum y darán crecimiento profesional; la Proyección, si existen posibilidades de evolución y ascensos; el Salario en lo económico y emocional, que implica elementos como el Clima y la Cultura, que de todas formas deben ser positivos.

El miedo al cambio siempre existe, pero es importante manejarlo, evaluando pros y contras, de tal forma que los ejecutivos no se priven de una oportunidad que no se sabe cuándo vuelva a presentarse. Tengan en cuenta que si son seleccionados es porque el Headhunter o reclutador indica claramente que son idóneos para el puesto e intrínsecamente el riesgo del cambio, está minimizado.

Fuente: Global CFF



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